jueves, 4 de junio de 2020

Srinivas el Adi del Pancha Tatva





El Viaje a Vraja
El historiador religioso bengalí, B.B. Majumdar, establece que el primer viaje a Vrindavan se llevó a cabo en el año de 1564,9 mientras que otra autoridad respetada, Radhagovinda Nath, dice que ocurrió en 1592₁₀. Ya que ambas fechas harían de Shrinivas un hombre de edad mediana, es mejor considerar que una fecha anterior sería más exacta, especialmente si existe la evidencia de que Shrinivas era un hombre joven cuando se inició este viaje. El Dr. Sambidananda Das sugiere acertadamente que Shrinivas había ido a Vrindavan por primera vez a mitad del siglo XVI, cuando él se encontraba entre los treinta y cuarenta años. El Dr. Das presenta una elaborada evidencia para sostener este punto de vista₁₁.
Mientras tanto, Sanatan Goswami había dejado este mundo mortal, y Rupa Goswami no pudo soportar la separación. Shri Rupa sintió que él también no podría permanecer para instruir a Shrinivas, y por ello le pidió a su distinguido discípulo (y sobrino), Jiva Goswami, que se hiciera cargo de Shrinivas cuando llegara a Vrindavan. El trasladarse a pie en aquellos días era difícil. Sin embargo, Shrinivas se encontraba haciendo definitivos progresos, deteniéndose brevemente en Benares para visitar la casa de Chandrashekhar Acharya (donde previamente Shri Chaitanya había vivido durante dos meses). Aquí, Shrinivas se encontró con un antiguo discípulo de Chandrashekhar, quien le invitó a comer y luego le mostró los lugares asociados con Shri Chaitanya.
Más adelante, Shrinivas llegó hasta Prayag (generalmente conocido como Allahabad) y pasó la noche ahí. Cuatro días antes de llegar a Vrindavan, se enteró que Sanatan Goswami había dejado el mundo cuatro meses atrás. Más aún, cuando él llegó a Mathura, supo que Rupa Goswami había dejado su cuerpo tan sólo tres días antes. Tras escuchar esto, Shrinivas cayó al piso llorando como un loco. Él sintió que era la persona más desafortunada de todo el universo. A cada paso, desde su determinación por encontrarse con Mahaprabhu, y luego estudiar el Bhagavatam con Gadadhar Pandit, hasta su encuentro con Rupa y Sanatan, se había encontrado con el fracaso. Shrinivas se sentó debajo de un árbol y deseó su propia muerte. Justo entonces, Rupa y Sanatan se le aparecieron a Shrinivas “con el pretexto de un sueño”, y le dijeron que él era la personificación del amor de Mahaprabhu. Lo animaron a que procediera hacia Vrindavan, tomara refugio con Gopal Bhatta Goswami y estudiara bajo la tutela de Shri Jiva poniendo en ello su vida y alma.
Jiva Goswami y Gopal Bhatta Goswami
El escuchar las palabras de Shri Sanatan y Rupa, alivió hasta cierto punto su pesado corazón. Él ahora podía viajar, y muy pronto sintió el polvo de Vrindavan bajo sus pies. Mitigada un tanto su ansiedad, él se aproximó al templo de Govindadev de Rupa Goswami con la esperanza de encontrar un mayor alivio a los Pies de Loto del Señor Govinda.
Algunos historiadores dudan que Shrinivas haya encontrado plenamente construido al templo de Govindadev a mediados del siglo XVI, ya que existe una inscripción en éste que marca la fecha en que fue concluido a finales del siglo XVI. Sin embargo, y ya que los biógrafos de este periodo sugieren que Shrinivas contempló el templo de Govindadev cuando llegó a Vrindavan, es muy probable que ya existiera una estructura preliminar en ese tiempo.
El Bhakti-ratnakara describe que al sentarse Shrinivas en trance ante la Deidad, Jiva Goswami y sus numerosos seguidores entraron al templo. Shrinivas inmediatamente reconoció al famoso Goswami y después de presentarse a sí mismo, Jiva Goswami le saludó calurosamente con una afectuosa hospitalidad.
Shri Jiva condujo a Shrinivas a su Mandir de Shri Shri Radha Damodar y le ofreció un cómodo alojamiento para que pasara la noche. Al día siguiente, Shrinivas expresó su homenaje ante la tumba de Shri Rupa en el atrio del templo de Jiva Goswami. Entonces, Jiva le presentó a Gopal Bhatta Goswami, quien le dio la bienvenida con palabras bondadosas pero abiertamente expresando su pesar de que Shrinivas no pudiera haber llegado antes, ya que Rupa y Sanatana estaban ansiosos de encontrarse con él. Gopal Bhatta entonces condujo a Shrinivas a su templo de Shri Shri Radha Raman, donde le pidió a las Deidades que bendijeran al peregrino recién llegado a Vrindavan.
De acuerdo al sexto capítulo del Prema-vilas, Gopal Bhatta Goswami en esa ocasión le reveló a Shrinivas su verdadera identidad como Mani Manjari en la región espiritual. Gopal Bhatta también le comentó que bajo esta identidad espiritual, en la cual debía meditar en forma consistente, él siempre asistiría a Guna Manjari (el mismo Gopal Bhatta, quien también es conocido como Ananga Manjari) en su servicio a Shri Shri Radha y Krishna. Esta pasaría a ser su meditación interna desde ese día. Llevándole a una perfecta autorrealización. Gopal Bhatta Goswami le explicó que esta modalidad dentro del servicio devocional era llamada Ragatmika Bhajan. Tras revelarle estas verdades confidenciales, Gopal Bhatta Goswami y Jiva Goswami gradualmente introdujeron a Shrinivas con todos los habitantes de Vraja.
Narottam y Dukhi Krishnadas
Gopal Bhatta y Jiva Goswami le enseñaron bien a Shrinivas, y Gopal Bhatta incluso le inició, como Mahaprabhu lo había decretado. Ya que Jiva Goswami era el más destacado filósofo Vaishnava de este periodo, Gopal Bhatta le aconsejó a su discípulo que se acercara a Jiva Goswami para una instrucción más elevada. Debe recordarse que éste era el deseo mencionado por Rupa y Sanatan. Es más, el Prema-vilas aclara que fue personalmente Shri Jiva quien se hizo cargo de Shrinivas y le dio una educación espiritual completa.
Otro joven erudito, el ilustre Narottam, ya había sido puesto bajo el tutelaje de Shri Jiva. Originalmente, Narottam fue iniciado por Lokanath Goswami, pero fue mandado por Lokanath a Shri Jiva para una instrucción espiritual adicional. Narottam ya tenía un año estudiando con Jiva cuando Shrinivas llegó a Vrindavan. Luego el joven Krishna Dukhi también llegó, al ser mandado por su Guru, Hridoy Chaitanya. Estos tres jóvenes –Shrinivas, Narottam y Dukhi Krishnadas– estudiaron bajo Jiva Goswami con el más grande entusiasmo y se convirtieron en los mejores estudiantes del Goswami. Fueron conocidos como amigos inseparables.
Raghava Pandit
Jiva Goswami les ordenó a sus tres pupilos que estudiaran el bosque de Vrindavan con Raghava Pandit, quien como encarnación de la íntima gopi, Dhanishtha (dentro de los Pasatiempos de Krishna), conocía bien todos las arboledas sagradas como también su significado para el movimiento Bhakti. El Bhakti-ratnakara dedica cinco largos capítulos (la totalidad de la “Quinta Ola”, que consta de 3,937 coplas en bengalí) a los recorridos de Raghava Pandit con Narottam y Shrinivas a través de las sesenta y cuatro kroshas de Mathura Mandala. Estos peregrinajes son enunciados como una ciencia detallada con referencia a la teología, morfología y ontología. Dukhi Krishnadas les acompañó en el peregrinaje de acuerdo a algunas referencias y de acuerdo a otras, él se les unió posteriormente.
Con el pasar del tiempo a Shrinivas, Narottam y Dukhi Krishnadas se les asignó una misión especial. Ellos habrían de distribuir los libros de los Goswamis –las escrituras del Bhakti-rasa– especialmente en Bengala, donde el Vaishnavismo fue ampliamente aceptado, aun cuando su apuntalamiento era más bien escaso en cuanto a la literatura filosófica. Algunos años atrás, Jahnava-devi había visitado a Rupa y Sanatan en Vrindavan y se dio cuenta de la prolífica literatura espiritual que los Goswamis de Vrindavan estaban produciendo, así que ella se contactó con Jiva Goswami y le sugirió que los libros fueran mandados a Bengala. Para realizar este deseo, Shri Jiva mandó llamar a sus tres mejores hombres.
La Misión se Inicia
Al llevarse a cabo una gran asamblea de Vaishnavas, Shri Jiva llamó al frente a Narottam Das: “Desde este día en adelante, tú serás conocido como Narottam Thakur Mahashoy”. Entonces llamó a Shrinivas: “Tú serás conocido como Shrinivas Acharya”. Y para terminar, a Dukhi Krishnadas: “Debido a que has traído placer a Shrimati Radharani, tú serás conocido como Shyamananda”. (para la historia completa de cómo Shyamananda recibió este nombre, por favor vean el capítulo final de este libro). Tras darles estos títulos, Shri Jiva les habló acerca de su misión en sankirtan de viaje con destino a Bengala, Orissa y otras provincias de la India₁₂.
El distinguido triunvirato no quería abandonar la tierra sagrada de Vrindavan, mas ellos comprendieron plenamente la importancia de su misión divina. Se dirigieron con sus gurus iniciadores, quienes les dieron sus bendiciones, y éstas les infundieron el entusiasmo necesario para comenzar. Cuando ellos regresaron ante Shri Jiva, le encontraron haciendo las preparaciones para el largo y arduo viaje que les esperaba. Después de todo, ellos eran los tres mejores de entre sus estudiantes, y él no escatimaría ningún esfuerzo por su bienestar.
Shri Jiva empeñó a un rico mercader de Mathura que era su discípulo, quien le proveyó de una enorme y espaciosa carreta para cuatro fuerte bueyes, y diez guardias armados. Los manuscritos –los trabajos originales de Rupa, Sanatan, Gopal Bhatta, Raghunath Das y el mismo Jiva, entre otros– fueron cuidadosamente colocados en un gran baúl de madera, al cual se le pusieron cerraduras, y fue cubierto por una manta especial con cera. Algunos dicen que los manuscritos guardados ahí, eran las escrituras originales que existían de estos trabajos, y por ello, Shri Jiva estaba molesto al empacarlas y tener que escoger los hombres apropiados que les acompañarían. Otros dicen que Shri Jiva había puesto a escribas para que hicieran copias, pero aun así los libros eran valiosos al existir sólo una o dos ediciones alternas. Shri Jiva también les consiguió pasaportes especiales de parte del rey de Jaipur, que los tres héroes necesitarían mostrar mientras viajaran por diversas regiones de la India oriental.
Tras las debidas preparaciones, Shrinivas, Narottam y Shyamananda salieron de Vrindavan.
La Primera Agrupación de Sānkirtan Viajero
Al comenzar su viaje hacia Mathura, numerosos devotos, incluyendo a Shri Jiva, les acompañaron al no poder soportar su separación. Cuando la caravana se acercó a Agra, los bienquerientes se quedaron atrás. Ahora su éxodo había comenzado; no podría haber regreso. Pronto llegaron a un pueblo pequeño conocido en esos tiempos como Ita, y luego transitaron por un sendero a través de las junglas de Chota-Nagpur, también conocido como el bosque de Jarikhanda. Dejando a Maghadesh a su izquierda, ellos llegaron a Tamlook, en donde acamparon durante la noche.
Después de muchos meses de viaje, ellos se aproximaron a la tierra de Gaudadesh, o Bengala. Confiados de que su misión estaba cerca de completarse, decidieron descansar en una pequeña aldea llamada Gopalpur, justo en los límites del reino Malla de Vana Vishnupur. Aquí la preciada carga de libros fue robada; pero antes de documentar los detalles de este episodio desconsolador, algún antecedente histórico sería de utilidad.
Vana Vishnupur
Ya que la provincia gobernada por Vana Vishnupur tiene un papel prominentemente dentro de la vida de Shrinivas Acharya, sería prudente explicar la geografía e historia de esta localidad. El reino de Vishnupur se encuentra en el distrito de Birbhum, en Bengala, circunscrita al norte por las Santhal Pargannas y al sur por Midnapur. Leagram era la capital, y a principios del siglo VIII fue gobernado por el rey Adimalla (literalmente, “el primer héroe”), quien era originalmente conocido como Raghunath Singh. La tradición asegura que Raghunath Singh fue un guerrero educado por un soberano Bagdi y subsecuentemente instalado en el trono. El reino era independiente y poderoso. D.C. Sen, nos habla acerca del reinado de los reyes Malla:
‘Un registro con fechas, de los reyes de Vishnupur se encuentra dentro de los aspectos Etnológicos e Históricos de Oldham acerca del Distrito de Burdwam (sic). El hijo de Adimalla, Jayamalla, extendió sus dominios al conquistar Padampur, la totalidad de la familia del Raja de esa localidad se suicidó al ahogarse en el estanque de Kanai Sara, tras ser derrotados por Jayamalla y para escapar de él. El rey de Vishnupur número cuarentiocho desde su fundador, fue Vanamalla, cuyo hijo, Ham Bir (literalmente, “yo soy un héroe”) ascendió al trono (hacia finales del siglo XVI). Ham Bir fue conocido como Birhambir ...(debido a su gran reino) y era cabeza de una fuerte banda de ladrones que eran el terror de los reinos vecinos. Él había empleado un número considerable de asaltantes y criminales que infestaron los caminos, matando y robando a los viajeros. Los astrólogos de la corte, siempre estaban listos para darle reportes especiales acerca de la fortuna que las estrellas le depararían si llevaba a cabo sus robos en localidades particulares₁₃.
El Robo de los Libros
Los ladrones del rey habían estado siguiendo a lo lejos y durante algún tiempo a Shrinivas, Narottam y Shyamananda, cuidadosamente examinando la bien protegida carreta con los invaluables manuscritos. De acuerdo con el Bhakti-ratnakara, ellos habían planeado desde el primer avistamiento, distancia atrás, robar la caravana, al mantenerla bajo una estricta vigilancia, pero ellos esperaron cuidadosamente hasta que llegaron a la jurisdicción del reino del Malla. Los ladrones pronto detectaron que únicamente quince hombres acompañaban a la carreta –diez soldados armados, tres hombres santos y dos carreteros–.
Los asaltantes abrigaban un interés especial por esta caravana debido a que los astrólogos del rey habían profetizado que la carreta, contenía un precioso tesoro (sic). La banda de ladrones, ahora con número de doscientos, uno al otro inflamaban sus imaginaciones al discutir las palabras exactas de uno de los astrólogos: “Esta carreta está llena de gemas que tienen un valor mayor al del oro”.
Excitados por la posibilidad de una enorme fortuna, estaban a punto de asaltar a la caravana en una aldea llamada Tamar, pero las circunstancias no lo permitieron. Los saqueadores sigilosamente los siguieron a través del pueblo de Raghunathpur, como también por el de Panchavati. Finalmente en Gopalpur, los santos Vaishnavas pasaron la noche cerca de un hermoso lago, con la confianza de que la misión estaba casi a punto de ser completada.
La oscura noche y las estrellas luminosas fueron los únicos testigos del robo subrepticio de los manuscritos, ya que los quince hombres dormían profundamente debido al arduo viaje. Cuando despertaron, fue como si su peor pesadilla se hubiera hecho realidad. La pérdida de este tesoro invaluable fue el más terrible escenario. Nuestros tres héroes no pudieron contener sus lágrimas. Pero Shrinivas el de mayor edad en el grupo, les aconsejó a los otros dos, Narottam y Shyamananda, que secaran sus lágrimas y que procedieran con su misión de llevar el mensaje de los Seis Goswamis a las diferentes partes de Bengala y Orissa. Shrinivas se fijó como su solemne deber el recuperar los manuscritos. Antes de llevar a cabo cualquier cosa, él le escribió a Jiva Goswami para relatarle lo que había acontecido₁₄.
El Rey Experimenta Amor por Dios
Mientras Shrinivas se encontraba redactando la carta algunas millas de distancia de ahí, el rey Birhambir estaba examinando los tesoros robados a los diferentes viajeros. Justo entonces, sus sirvientes se aparecieron ante la corte con la más reciente adquisición –el cofre cuidadosamente envuelto de Shrinivas, "con las joyas más preciosas”―. Birhambir dejó caer lo que tenía en las manos y ansiosamente desenvolvió su nuevo premio. Tras escuchar las profecías, escasamente podía imaginar los esplendores que le aguardaban.
En un momento de suspenso, él removió la tela que le cubría y abrió el baúl que reveló únicamente los manuscritos. ¡Qué impresión! ¿En dónde se encontraba el tesoro invaluable? Levantando el manuscrito de hasta arriba y sin poder creerlo, el rey vio la firma “Shri Rupa Goswami”, escrita en una hoja de palmera. Cuando él examinó más detenidamente y contempló la hermosa exposición de la filosofía Vaishnava, sintió que algo cambio en sus adentros. De acuerdo al Gaura-parshad-charitavali, Birhambir alcanzó el amor por Krishna en ese momento. Él entonces con toda reverencia regresó el libro al cofre y se retiró por ser ya de noche, dándose cuenta del grave pecado que tontamente había instigado.
Shrinivas se le Aparece en un Sueño
Mientras el rey descansaba, tuvo un sueño poco usual. Vio a una persona hermosa y refulgente, cuyo cuerpo se encontraba lleno de energía divina. Con una sonrisa llena de amor, esa persona le habló: “No te preocupes. Pronto llegaré a Vishnupur y nos encontraremos. Yo recuperaré mis manuscritos y tú te liberarás de todas las reacciones pecaminosas. Cuando esto suceda, tu felicidad no tendrá límites. Debes saber que tú eres mi sirviente eterno nacimiento tras nacimiento, y yo tu eterno benefactor”. La siguiente mañana el rey, al despertar, sintió que su vida se había renovado, esperando por el día en que su sueño misterioso se hiciera realidad.
Mientras tanto, Shrinivas Acharya entró a las afueras de Vishnupur, en donde se encontró con un brahmīn residente llamado Shri Krishna Ballabha. Los dos Panditas se hicieron amigos, y Krishna Ballabha amablemente invitó a Shrinivas como huésped de su casa. Gradualmente se dio cuenta de la posición exaltada de Shrinivas y se entregó a él como su discípulo. Poco después, Krishna Ballabha mencionó que el rey efectuaba un estudio regular del Bhagavatam para todos los interesados. Shrinivas se mostró extremadamente curioso acerca de la naturaleza de esta presentación del Bhagavatam, y le pidió a Krishna Ballabha que le llevara a la siguiente reunión.
La Recitación del Bhagavatam
Cuando ellos llegaron, Vyasacharya, el Pandita de la corte, se hallaba recitando y comentando el Bhagavatam. Shrinivas no se impresionó, mas no mencionó nada. Al día siguiente fueron otra vez, y Vyasacharya se encontraba pontificando de la misma manera. Tras dos semanas de la representación intolerable del Pandita, Shrinivas no pudo contenerse y después de la reunión le habló a Vyasacharya: “Usted, no sigue el texto, y sus comentarios no están de acuerdo a los de Shridhar Swami, o con otros modelos, exponentes de la filosofía Bhagavat”. Vyasacharya escuchó los comentarios de Shrinivas pero ignoró sus consejos. Sin embargo, el rey, que se encontraba cerca, alcanzó a oír lo que se dijo y se le hizo interesante.
Al día siguiente en el recital de Vyasacharya, una vez más, éste trato de elucidar la sección esotérica del Bhagavatam que describe el rasa-lila de Shri Krishna. Respetuosamente, pero firme, Shrinivas le interrumpió con una pregunta: ”Señor, ¿cómo puede usted comentar tales temas confidenciales sin hacer referencia a las declaraciones autorizadas de Shridhar Swami? Obviamente usted no está familiarizado con su trabajo”. Vyasacharya se torno iracundo. No le gustaba que se le desafiara enfrente de su asamblea de aduladores, quienes estaban acostumbrados sólo a sus peculiares explicaciones acerca del Bhagavatam.
Sin embargo, antes que otra palabra se dijera, el rey, quien se encontraba en la audiencia, comenzó a defender la posición de Shrinivas: “¿Cómo es que este erudito Brahmīn le encuentra fallas a sus explicaciones? ¡Quizá sus interpretaciones son objetables!” A esto, el arrogante Vyasacharya respondió: “¿Quién puede interpretar los textos mejor que yo? Este recién llegado es un advenedizo, y se atreve a cuestionarme en presencia de su majestad”. Entonces, él se volteó hacia Shrinivas e indignamente se mofó: “Si tú eres una autoridad acerca del Bhagavatam, ¿por qué no te sientas aquí (vyasasan) y explicas estos mismos versos de una forma más brillante?”
Shrinivas se levantó ante el desafío, recitó los versos del Bhagavatam con el estilo más melodioso, y luego espontáneamente los comentó con una gran elocuencia y autoridad. Él presentó toda posible explicación Vaishnava acerca del tema, para luego ofrecer su propia y única presentación. Ninguno de los presentes, había escuchado antes, tal discurso magistral acerca de la filosofía Vaishnava. El rey lo animó para que continuara, permitiéndole disertar durante muchas horas. Cuando él finalizó, toda la asamblea le aplaudió y se llenaron de éxtasis debido al amor por Krishna que Shrinivas les contagió. Vyasacharya no podía creer lo que escuchaba, había sido derrotado pero estaba feliz.
El rey Birhambir se encontraba muy conmovido y le dijo a Shrinivas: “Nunca antes alguien había venido a este reino a compartir tanto amor y erudición de la forma en que usted lo ha hecho. Por favor, ¿dígame su nombre y de dónde viene?” Shrinivas le respondió: “Mi nombre es Shrinivas, y soy originario de esta región (Bengala). Vine aquí para contemplar su opulenta corte y a saborear el Bhagavatam”. A continuación, el rey le ofreció el mejor aposento dentro de palacio y le pidió quedarse todo el tiempo que quisiera.
El Rey se Rinde
Más tarde, esa misma noche, el rey le pidió a Shrinivas que cenara con él, pero Shrinivas le informó que sólo tomaba una sola comida sencilla al día, y que ya la había ingerido. Sin embargo, Birhambir lo animó a que aceptara un poco de fruta, con lo cual él estuvo de acuerdo, no queriendo ofender a su distinguido anfitrión. Mientras Shrinivas comía su fruta, el rey se sentó a su lado como un humilde sirviente. Nunca antes se había sentido así respecto a nadie: Shrinivas era esa refulgente persona que se le apareció en sus sueños –su guru– y le quería ofrecer servicio como lacayo.
Esa noche, Birhambir oyó a Shrinivas repitiendo el Nombre de Krishna a través del muro, ya que su habitación se localizaba precisamente a un lado de la que ocupaba su distinguido huésped. Pareciera que Shrinivas no dormía en lo absoluto. El rey pensó: “He aquí un santo genuino; él siempre se encuentra absorto en el Nombre de Dios”. Con esta idea placentera, el rey se durmió, escuchando la bienaventurada voz de Shrinivas Acharya en el cuarto contiguo.
Al día siguiente, en la gran asamblea, Shrinivas otra vez habló acerca del Bhagavatam. Por segunda ocasión la deseosa y atenta audiencia saboreó cada palabra. Shrinivas sorprendió a todos los que le escuchaban. Los cronistas del acontecimiento reportaron que: “incluso los muros de piedra que conformaban la sala de la corte parecieran disolverse debido al pathos (la emoción)”₁₅.
Shrinivas habló con la suficiente erudición, sensibilidad y devoción para honrar a sus predecesores Vaishnavas, y todos los presentes estuvieron de acuerdo que la sabiduría del orador aventajaba a sus años. Una tras otra, las personas se aproximaron para ofrecer reverencias a los pies de Shrinivas Acharya, con la esperanza de ser aceptados como sus discípulos.
Más tarde el rey se dirigió ante Shrinivas como un limosnero indigente y le dijo: “Usted es el verdadero rey, porque usted posee amor por Krishna; yo no merezco ni siquiera estar en su presencia”. Shrinivas, con toda la humildad bajo su control, meramente movió la cabeza; él no podía aceptar su exaltada posición. Pero el rey insistió: “¡Por favor; permítame ser su sirviente!” Ansioso por saber el propósito interno de Shrinivas, el rey le imploró: “¿Cómo puedo servirle? Todo mi reino está a su disposición”.
Shrinivas le respondió: “He venido desde la ciudad sagrada de Vrindavan en una misión asignada por Gopal Bhatta Goswami y Jiva Goswami; la cual era traer su literatura original a Bengala. Pero este tesoro desafortunadamente fue robado dentro de su reino. Si no puedo llegar a recuperar estos libros, preferiré abandonar mi vida. ¿puede usted ayudarme a encontrarlos?”
El rey lleno de remordimientos rompió en llantos: “Soy un pobre gusano, perdido sin esperanza en esta tierra de nacimiento y muerte repetidos; siguiendo las órdenes que yo les he dado, mis propios hombres han estado saqueando durante años, y debido a esto llegaron hasta su caravana, pues se nos había dicho que poseían el tesoro más grandioso de todo el universo, y naturalmente quisimos obtenerlo. No puedo expresar mi aflicción”. Entonces reflexionando por un momento, el rey dijo: “Pero existe un lado positivo a todo esto. Nuestro encuentro no se habría realizado si todos estos acontecimientos no hubieran pasado. Yo podría seguir cometiendo estos pecados una y otra vez, con tal de obtener un momento de su asociación”.
Shrinivas le aseguró que tal vida de pecado era innecesaria para alcanzar su asociación. Es más, Shrinivas le aseguró que la vida pecaminosa era un obstáculo para el progreso espiritual. Shrinivas a continuación perdonó al rey de todos sus pecados cometidos, pero le pidió que no pecara más. Desde luego que el rey estuvo más que listo para acatar su mandato.
¡Los Libros están a Salvo!
Agradecido por la misericordia de Shrinivas, el rey lo guió hasta la cámara donde guardaba sus tesoros, y ahí vio Shrinivas el cofre con la literatura de los Goswamis. En ese momento Shrinivas experimentó síntomas de éxtasis, y como gesto de misericordia tomó la guirnalda de flores de su cuello y la colocó en el del rey Birhambir. A continuación, Shrinivas le pidió al rey que le trajera hojas de tulasi, guirnaldas de flores, pasta de sándalo y otros accesorios para adorar los libros sagrados. El rey le trajo todo y con arrobada atención contempló cómo a continuación Shrinivas realizaba la elaborada ceremonia de iniciación que llevó a cabo.
Al recitar el maha-mantra –Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/ Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare– en el oído del rey, Shrinivas lo inició. De acuerdo al Prema-vilas, Shrinivas le dio el nombre de “Haricharan Das”. Más tarde en esta misma obra se menciona que Jiva Goswami eventualmente le brindó al rey una misericordia especial al escribirle una carta en la cual le daba el nuevo nombre de “Chaitanya Das”. La esposa del rey, la reina Sulakshana, y su hijo el príncipe Dhari Hambir, también se volvieron los sirvientes rendidos de Shrinivas Acharya. El nombre de iniciada de la reina es desconocido, pero el muchacho fue llamado “Gopal Das”. Krishna Ballabha y Vyasacharya también se convirtieron en discípulos dedicados. El que haya o no iniciado a todas estas grandes almas en ésta o en su segunda visita a Vishnupur, es un tema de controversia.
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9 B.B. Majumdar, op. cit., págs. 400-402.
10 Radhagovinda Nath, (en bengalí) Shri Chaitanya Charitamrite Bhumika (Calcutta, Prachyavani Mandir, Cuarta Edición, 1958), p. 22.
11 Sambidananda Das, op. cit., Appendix C, Págs. 1,058-1,068.
12 Algunas autoridades mencionan que este importante recorrido se llevó a cabo durante el segundo viaje de Shrinivas a Vrindavan. Otros sucesos también varían. Por ejemplo, en ocasiones se dice que Shyamananda no les acompañó. Sin importar cuál haya sido el caso, nosotros presentaremos la más común versión de la historia en concordancia con las fuentes más ortodoxas.
13 D.C. Sen, op. cit., págs. 109-10.
14 Naturalmente, en Vrindavan recibieron la noticia con dolor. No obstante, numerosos escritores de este periodo exageraron la reacción de Krishnadas Kaviraj Goswami. En forma notoria, Nityananda Das, el autor del Prema-vilas, menciona que Kaviraj Goswami se suicidó tras escuchar que los libros, incluyendo su Chaitanya-Charitamrita, habían sido robados. Nityananda Das es corregido por el autor del Karnananda, quien escuchó la historia directamente de parte de Hemlata-devi, la hija de Shrinivas. El Karnananda establece que Kaviraj Goswami sobrevivió a la prueba severa y no se suicidó. Por otro lado, el suicidio está en contra de la tradición Vaishnava. A pesar del hecho que Raghunath Das, Sanantan y otros se sabe que alguna vez tuvieron la intención de sucidarse, el Señor invariablemente les hizo algunas jugarretas, no permitiendo que tal muerte indigna recayera en Sus devotos. ¿Por qué sería Krishna-das Kaviraj Goswami una excepción? Otro factor en consideración es la fecha del Chaitanya-charitamrita. Ya que parece existir la suficiente evidencia de que el libro aún no se había escrito, esto sugiere que la angustia mostrada por el Kaviraj debido a la pérdida de los libros por parte de Shrinivas, es un anacronismo. B.B. Majumdar también puntualiza con base en las cuatro cartas escritas por Jiva Goswami que se registran tanto en el Prema-vilas como en el Bhakti-ratnakara. En una de las cartas que es fechada algunos años después del periodo que estamos tratando, Shri Jiva le escribe a Shrinivas: “Krishnadas Kaviraj te ofrece sus reverencias”. ¿Cómo podía ofrecer reverencias, si él se había suicidado años atrás? Por ésta y otras razones, la tradición ortodoxa Gaudiya Vaishnava y el mundo académico, no toman en cuenta el alegado suicidio, considerando que todo el incidente es una interpolación posterior.
15 D.C Sen, op. cit., p. 119.

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